EL ALTILTE, UN LUGAR DE ENSUEÑO... Y CON UN POCO DE TODO PARA TODOS

"¡Se está evaporando el lago! ¡Se está evaporando el lago", angustiado nos anunció Ricky, nuestro sobrinito de seis años cuando, a eso de las 6:30 de la mañana, salió de tienda de campaña y observó cómo un vapor extraño se deslizaba por encima de las tranquilas aguas del lago. "¡No, cariño!", le contestó su mamá, adormilada y sin muchas ganas de salir. "¡No se está evaporando, no te preocupes!... ¡Es sólo niebla! ¡Ven aquí y te explico!". Ya a esa hora, las garzas de distintas especies, desde garrapateras hasta grises y garcitas oscuras; los patos, los martín pescadores, los bienteveos y toda la hermosísima comunidad pajaruna que habita en esas áreas, adornaban el paisaje con su presencia y sus cantos matinales. Pero Ricky decidió quedarse afuera, encantado tal vez por toda aquella belleza que se presentaba ante sus ojos, y en su imaginación de niño, prefirió la idea de que el lago se estaba evaporando. "¡Tienen que salir todos!... ¡Sí! ¡El lago se está evaporando!", continuó insistiendo.

Y, como Ricky, quienes hemos estado ahí, encontramos en esa hora de la mañana en el Valle El Altilte, un encanto muy especial. Cuando la niebla poco a poco se pierde entre los tules que rodean el lago, en época de calor se siente una reconfortante frescura, y en época de frío, éste se desvanece cuando los rayos del sol penetran a través de las ramas del denso bosque tropical en el que predominan las higueras y los camichines; y, agregados a éstos por la mano del hombre, los tamarindos. Una multitud de tamarindos.

El Altilte es un pequeño valle sobre la carretera 80, a sólo 50 Kms. de Barra de Navidad. Su fértil suelo y la humedad característica de las áreas cercanas a la costa son elementos perfectos para que sus huertos de mangos, sandías, papayas y melones chinos se mantengan en producción.

Y no es sólo su pequeño lago de ensueño lo que nos ha atraído del Altilte, de tal manera que nuestros frecuentes viajes ahí se han convertido en una especie de ritual. La razón es esa... y algo más.

TABLEROS CON IMAGENES QUE HABLAN DE LA VIDA DE NUESTROS ANTEPASADOS

Como marcando lo que es el Valle del Altilte, se encuentra un conjunto de cerritos de mármol que, apenas bajando la imponente cadena de montañas de origen volcánico de la Sierra Cacoma, su existencia parece no tener lógica. Y cuando iniciamos nuestras expediciones justamente a esa área (en busca de cavernas, por supuesto), los lugareños nos informaron que en las paredes de uno de esos cerritos había "monos dibujados por los antiguos".rock carvings in marble Por algo así, ciertamente las cuevas podían esperar. Y dado que se nos había dicho que se encontraban en el primero de dichos cerros, nos internamos entre la maleza que lleva al lugar, subiendo entre enormes trozos de ese material.

La tarde comenzaba ya a caer cuando, absortos, paseamos nuestra vista por entre las altas y planas paredes. Y, poco a poco (unos diez metros arriba), como surgiendo de la misma roca, se delinearon distintas figuras. Prácticamente al frente, un risueño hombrecillo vestido con lo que daba la impresión de ser un pantalón bombacho y, en la cabeza, un extraño casco con una especie de pluma al centro, al que uno de los compañeros osó identificar como un astronauta. Poco a poco aparecieron otras figuras: por allí, un sol; más allá, lo que parecía un perro; luego, más allá, algo así como una rana; luego, una flecha, y muchas otras figuras para las que no nos bastó la imaginación. Algunas de las figuras se repetían en distintos lugares (el perro y el sol, por ejemplo).rock carvings Ahora, si era verdad que ese trabajo había sido realizado por nuestros antepasados, ¿quiénes fueron y por qué habrían decidido realizarlo en un lugar tan inaccesible? ¿Qué herramientas habrían utilizado para labrar en una piedra tan difícil de trabajar como lo es el mármol, y cuál sería el significado de ese trabajo? Aunque esa región hasta ahora no ha sido estudiada, después de observar nuestras diapositivas, el eminente arqueólogo Otto Schöndube nos proporcionó algunos datos muy interesantes: A pesar de la dificultad para esculpirse, es obvio que esas gentes aprovecharon la forma de las paredes para utilizarlas como tableros sobre los que podrían grabar para la posteridad sus eventos importantes. Por otra parte, dado que las montañas a lo largo de la costa son perfectamente visibles desde lo alto del cerro, es posible que hayan hecho de ese sitio un lugar para observaciones astronómicas. Muy interesante también resultó que lo que a nosotros nos pareció un perro, el arqueólogo de inmediato lo identificó como un tejón. Otra de las figuras que se repiten, él piensa que tal vez representen escudos o algo así como antifaces. Esos petroglifos datan muy posiblemente del 700 al 1220 D.C. Debido a que el mármol se ha explotado ahí desde hace más de veinte años, la opinión del doctor Schöndube fue una contribución más para que los marmoleros, hasta estas fechas, continúen respetando la zona de los petroglifos. Y a pesar de que el lugar no ha sido aún estudiado, la gente que habita las zonas aledañas se siente orgullosa de tener dentro de lo que ellos consideran suyo, algo tan extraordinario.

En una exploración reciente con el biólogo José Luis Zavala, y tras una caminata bastante difícil, e incluso peligrosa en momentos (dado que los explotadores de mármol han cambiado en forma dramática la forma original de unos de los cerros, y lo que un día, por ejemplo, fueron pendientes inclinadas, ellos las han convertido en paredes escarpadas y casi perfectamente verticales), logramos subir a la cima de lo que ahora llamamos el Cerro de los Petroglifos. Ahí, descubrimos que entre las piedras más grandes se encuentran muchas más de esas figuras que, pacientemente, continúan en espera de que los expertos lleguen a ellas, y así, descifrar un día lo que, a través de todos esos símbolos, los habitantes de esa época quisieron compartir con nosotros, lo cual es una piececita más del gran rompecabezas que forma la historia de nuestro país.

TAMBIEN, HERMOSAS CAVERNAS DE MARMOL

Jalisco no es realmente un paraíso para los espeleólogos, sobre todo si comparásemos nuestras cavernas con tantas realmente espectaculares que se pueden ver en otros estados de la república. Luis Rojas crawling into roomLo que hemos aprendido de nuestras expediciones aquí, sin embargo, es que más allá de lo que podrían representar las dimensiones de una caverna, existen otros aspectos igualmente válidos. En las cavernas de El Altilte, por ejemplo, es siempre para nosotros un deleite recorrer esos mundos subterráneos cuya belleza se debe más que nada al material precioso en el que se han formado. El hecho también de que las cavernas sean el habitat de fauna muy especial, es algo que siempre nos ha fascinado. En todas estas cavernas, por ejemplo, hemos encontrado distintas especies de murciélagos. Y en dos de ellas: en la Cueva del Diablo y en la Cueva de los Tecolotes, habita más de una familia de hermosos tecolotitos.

Cuando iniciamos nuestras expediciones a El Altilte, no faltó quien nos hablara de una de esas cavernas fabricadas por la imaginación. Esta supuesta "gran cueva" cercana a un lago tenía una especie de escalera de caracol que conducía a un río subterráneo. A un cierto punto era necesario atravesar el río sobre un gran tronco de árbol para continuar luego, kilómetro tras kilómetro, hasta llegar a las faldas del Nevado de Colima.vinagaroon Entendiendo, sin embargo, que la existencia una cueva parecida era por demás remota, decidimos enfocar nuestra atención en la búsqueda del lago, aunque, dado que nadie logró darnos información sobre su ubicación, también de éste perdimos la esperanza. Varios años después, sin embargo es decir recientemente regresamos al área, y sólo entonces descubrimos que el lago sí existe... y cerca de él... una cueva, sin la escalera de caracol, por supuesto. Esta caverna es de las más grandes que hemos explorado en el estado de Jalisco, y además de murciélagos, en ella habita en gran cantidad, por cierto una especie de milpiés de un color blanquecino (no muy bien apreciados por algún miembro del grupo) que se mueven muy activamente entre el guano de las varias especies que han encontrado en ese maravilloso palacio subterráneo un refugio. Susy and Rojas surveyingPor otra parte, podemos decir que desde un lugar en uno de los ramales más recónditos puede escucharse el fluir de agua en movimiento. Y aunque mucho dudamos que allende esas aguas se encuentre la manera de llegar al Nevado de Colima, esta caverna es también de las más interesantes que hemos explorado debido a los tipos de dificultad que nos ha presentado en su exploración.

EN PELIGRO DE DESAPARECER

Aunque, al menos por el momento, podemos ver la zona de los petroglifos a salvo de la ambición de los explotadores de mármol, las cuevas de esos cerritos son otra historia. Una de ellas (la Cueva del Vinagrillo) no existe ya (¡y quién sabe si otras que nunca conocimos!) La caverna del lago está a sólo unos metros de donde se está explotando el mármol en estos momentos. Y su desaparición no sólo significaría negar a futuras generaciones gozar de la belleza que ella contiene, sino también el derecho de sobrevivir que se ha negado ya a otros seres que formaban parte de la fauna que había encontrado en ellas un refugio seguro.Final

Por Susana Pint, Photos por John Pint


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